Lo que vivimos en las casas de Jerson, Marcelina, Erica, Yolanda, Jean, Beatriz y Andrea, no tiene comparación; sabemos que nuestra Comunidad es increíble y la hace hermosa cada miembro, pero conocer sus historias, todo lo que han vivido y lo que Dios ha hecho con ellos y sus familias nos hace recordar que el propósito de Dios es perfecto utilizando absolutamente todo para cumplir su voluntad en sus hijos, estamos seguros que después de este tiempo nada volverá a ser igual. Los amamos!